¿coincidencia, casualidad o destino?
A raíz de un post que he publicado hoy en mi página de facebook me pregunto si existen las coincidencias.
Y lo que sucede es que este artículo publicado por Guía diabetes tipo 1 del Centro para la Innovación de Diabetes Infantil de Sant Joan de Déu nos habla acerca de que el manejo de la diabetes mejora cuando padres expertos ayudan a padres de niños recién diagnosticados.
Y lo que sucede es que este artículo publicado por Guía diabetes tipo 1 del Centro para la Innovación de Diabetes Infantil de Sant Joan de Déu nos habla acerca de que el manejo de la diabetes mejora cuando padres expertos ayudan a padres de niños recién diagnosticados.
Crédito: primeravocal.org |
Y en países como el nuestro y Latinoamérica en general se hace tan necesaria esta ayuda y orientación que se puede recibir de otros padres que han pasado por la misma situación cuando su hijo o hija fue diagnosticado. Esa ayuda, esa mano amiga es vital para poder entender aquel "baldazo de agua fría" que resulta para los padres el diagnóstico de diabetes tipo 1 de su pequeño hijo o hija y qué vendrá después.
Da la casualidad que hoy, mi mamá conoció a la mamá de una chica con diabetes tipo 1, diagnosticada hace 10 años, que pudo contar con este tipo de ayuda: ayuda de otros padres con un hijo (a) viviendo con diabetes tipo 1. Pero ahí no cesó su búsqueda y poco a poco se fue formando un lindo grupo de apoyo de padres que, hasta el día de hoy, dan la mano a los padres de los recién diagnosticados. Eso ¡vale oro! porque sólo nosotros podemos ayudarnos y ayudar a los demás a que el proceso no sea tan traumático. Además son ellos los que viven el día a día de la diabetes en la vida de sus hijos.
Obviamente, mi mamá le mencionó que hace 32 años (cuando fui diagnosticada) ella hubiese dado lo que fuera por contar con este tipo de apoyo y ayuda, pero en aquellos tiempos (los años 80´s) se tenían menos facilidades tecnológicas para ubicar a otras personas con el mismo problema o simplemente no éramos muchos los niños con diabetes tipo 1...
Da la casualidad que hoy, mi mamá conoció a la mamá de una chica con diabetes tipo 1, diagnosticada hace 10 años, que pudo contar con este tipo de ayuda: ayuda de otros padres con un hijo (a) viviendo con diabetes tipo 1. Pero ahí no cesó su búsqueda y poco a poco se fue formando un lindo grupo de apoyo de padres que, hasta el día de hoy, dan la mano a los padres de los recién diagnosticados. Eso ¡vale oro! porque sólo nosotros podemos ayudarnos y ayudar a los demás a que el proceso no sea tan traumático. Además son ellos los que viven el día a día de la diabetes en la vida de sus hijos.
Obviamente, mi mamá le mencionó que hace 32 años (cuando fui diagnosticada) ella hubiese dado lo que fuera por contar con este tipo de apoyo y ayuda, pero en aquellos tiempos (los años 80´s) se tenían menos facilidades tecnológicas para ubicar a otras personas con el mismo problema o simplemente no éramos muchos los niños con diabetes tipo 1...
Sé que mis papás hubieran dado lo que fuese con tal de contar con otra pareja de padres que hubieran pasado por ese momento antes; para poder manejar las situaciones que se dieron después del diagnóstico y todo lo que implica esta condición después que sales del hospital, es decir, una vez que te envían a casa con tu pequeña a tratar de vivir lo más normal posible.
Es por ello que es tan importante darnos la mano, si no lo hacemos nosotros que ya hemos pasado por diversas experiencias (buenas, no tan buenas y malas) quién podría hacerlo. Además nos entendemos y hablamos el mismo idioma: el idioma de la diabetes tipo 1.
Es por ello que es tan importante darnos la mano, si no lo hacemos nosotros que ya hemos pasado por diversas experiencias (buenas, no tan buenas y malas) quién podría hacerlo. Además nos entendemos y hablamos el mismo idioma: el idioma de la diabetes tipo 1.
No sé si llamarlo coincidencia, casualidad o destino, pero llámese como se llame, hoy mi mami pudo conversar con la mamá de otra chica "dulce" como yo. Ambas fuimos diagnosticadas cuando teníamos tan sólo 5 años, pero en épocas totalmente diferentes. Se podría decir, que yo fui diagnosticada en la "época de la carreta" y ella en la "época de la tecnología", pues hay una gran diferencia entre los años ochenta y los años a partir del año 2000.
Lo que no ha cambiado a pesar de todos esos años de diferencia (1982 y 2005) es cómo se sintieron ellas como mamás al recibir la noticia del diagnóstico de sus pequeñas niñas. Y es que el sentimiento siempre será igual, pero si podemos contar con el apoyo de otros padres que ya han pasado por esta situación para apoyar a otros padres que recién la enfrentan sería de mucha ayuda y de gran valor para orientar y apoyarse entre todos.
Dicen que "la unión hace la fuerza" y en este caso es muy cierto...
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