complicaciones de la diabetes: marcas del tiempo

Complicaciones...vaya tema, en este caso tengo tanto de qué hablar que es difícil comenzar por alguna complicación específica. Pues cada una de las complicaciones que hoy en día tengo ha sido una experiencia angustiante, de miedo, de esperanza, de soluciones, de conocimientos y de mucho temor al futuro. 
Hablar de complicaciones de la diabetes siempre es un tema delicado, pero en este caso toca más de una fibra de mi ser. 


Como ustedes saben llevo 33 años de convivencia con mi compañera de viaje - la diabetes tipo 1 - y las complicaciones llegaron a mi vida antes de conocerlas bien, de conocer de qué se trataban y cómo podía enfrentarlas y sobre todo evitarlas; por ello me enteré de las mismas cuando ya estaban presentes en mi vida.
Ojo que con esto no quiero decir que nunca me dijeron que si no me cuidaba y mantenía un control de mi diabetes tipo 1 no terminaría ciega, amputada y en un hospital siendo dialisada por fallas en los riñones. Pero para el médico el llevar el control de mi diabetes era NO comer dulces nunca más en mi vida e inyectarme la insulina todos los días de mi vida.

Lo que sucedió en mi caso, es que hace 33 años no se tenía acceso a la información como la tenemos hoy en día, en ese entonces todo lo que decía el médico tratante era ley, pues se suponía que era el que sabía de la enfermedad y cómo tratarla de la mejor manera. Y en mi caso fueron años perdidos, con un tratamiento a la deriva (después de algunos años nos dimos cuenta con mis papás que eso era así, pero ya mi organismo estaba demasiado deteriorado para ese entonces). 
¿Cómo pedir buen control de la diabetes si no contaba con un glucómetro? así como lo leen, yo no conocía mis niveles de glucosa en sangre, a no ser que fuera al laboratorio clínico cada 15 días a que me pincharan el brazo para saber cuánto de glucosa tenía en ayunas ese día y de acuerdo a ese número el médico fijaba la dosis de insulina (que no era humana en aquel entonces, sino porcina o bobina) y era una dosis fija. ¿Increíble? Sí, hoy en día resulta inverosímil que nos digan algo así. No importaba qué comiera, si hacía ejercicio, si eran días de enfermedad, etc...siempre la misma dosis de insulina. Hasta ahora recuerdo cuando mi mamá hervía mi jeringa de vidrio en una pequeña ollita que colocaba en el fuego de la cocina para esterilizarla. 

Después como de año y medio ya contaba con un instrumento para medir mi glucosa...pero no se emocionen que no era un glucómetro (ni mis papás ni yo sabíamos de la existencia de este aparato). Esa nueva herramienta para medir mi glucosa se llamaba "Glucocinta" y recuerdo que era un papel amarillo que debía colocar debajo del chorro de la orina y se iba tiñendo de diferentes colores durante 5 minutos hasta que uno lo contrastaba con los colores del estuche donde venía (era más o menos como el estuche del hilo dental) y eso nos daba una idea de cuánto de glucosa en orina tenía en ese momento, pero no nos servía para realizar ajustes diarios en la dosis de insulina como se hace hoy en día. (Me hubiera gustado haberle tomarle una foto a esa reliquia...pero nunca imaginé que un día estaría contando mi historia de vida con la diabetes tipo 1).

Vaya, voy contando esto y realmente me parece surrealista la época en la que fui diagnosticada, la época de la carreta le digo yo y creo que no me equivoco, pues hoy en día todo es tan diferente y alentador para llevar un buen control y evitar la aparcición de las complicaciones a temprana edad. Muchos años viví con mi compañera de viaje descarrilada completamente y no por nuestra decisión o voluntad, sino por el desconocimiento y la falta de educación en diabetes con la cuál no se contaba en ese entonces.

Recién conocí un glucómetro en el año 1987 y ni siquiera existían aquí en Perú. Mis papás tuvieron que encargarlo a una persona que viajaba a los Estados Unidos para que me trajera uno y antes de comprar el glucómetro le dijo a mi médico tratante que estaba pensando en que tuviera un glucómetro y el médico dijo ¿para qué? y la verdad que a lo largo de todos estos años no ha sido la primera ni será la última vez que me han dado esa respuesta "¿para qué?". Era obvio que mis papás querían que tuviera un mejor control de mi diabetes y un glucómetro era una herramienta que ayudaba a que esto sucediera.

Cuando ya tuve el glucómetro, el doctor indicó que me midiera 3 veces a la semana la glucosa en sangre ¿¡pueden creerlo!? Y claro que lo hicimos así, él era el médico tratante especialista en diabetes tipo 1, así que lo hicimos de esta manera por algunos años, pero continuaba con las mismas dosis de insulina y esas glucometrías servían para darse una idea de cómo iba mi tratamiento...vaya, vaya...aunque usted no lo crea.

Fueron pasando los años y debido al mal control que tuve de mi diabetes tipo 1 desde que fui diagnosticada, teniendo glicemias tan variadas y hemoglobinas glicosiladas (A1C) desconocidas, las complicaciones no tardaron mucho en aparecer y llegué a tenerlas tempranamente y de manera agresiva. Las complicaciones a largo plazo, se volvieron a corto y mediano plazo, en mi caso. 
Siempre he dicho que donde naces y el entorno en el que vives condiciona muchas cosas en nuestras vidas; y en este caso específico condicionó el avance de las famosas complicaciones de la diabetes. 

Muchas personas creen que las complicaciones nunca les llegarán o nunca las tendrán porque han llevado un control prolijo y estricto de su diabetes y es cierto...Conozco personas con 30 años de diabetes tipo 1 que no tienen ninguna complicación y son un ejemplo de que el buen control en todo el sentido es lo que retrasa la aparición de las mismas. Pero eso no significa que nunca las presentarán pues tengamos en cuenta que la diabetes es una enfermedad crónica degenerativa, lo cual quiere decir que va degenerando nuestros órganos. Lo que sí están logrando es que gracias a su esfuerzo y trabajo diario en su diabetes estas complicaciones se retrasen y no sean tan agresivas cuando lleguen.

 "Los estudios indican que mantener la diabetes con un control óptimo reduce de forma importante el riesgo de complicaciones.

El DCCT demuestra que la terapia intensiva es mejor que la convencional. Un valor de HbA1c del 7% redujo el riesgo de complicaciones de la vista, riñón y nervios a largo plazo en aproximadamente un 60%.
(Fuente: UCSF)"

Tal como indicó Melissa de Con Extra de Azúcar en su post acerca de las complicaciones.

Además ya sabemos que cada ser es un mundo aparte, cada organismo se comporta y reacciona de diferentes maneras. Podemos ser dos personas casi de la misma edad y con la misma cantidad de años viviendo con diabetes tipo 1 y simplemente una puede tener muchas complicaciones y la otra no. 

Lo importante es que hoy en día se cuenta con mucha información, existe la educación en diabetes (en algunos países), la información entre pares (que es tan valiosa), la tecnología ha avanzado a pasos agigantados y contamos con glucómetros, bombas de insulina, sistemas de monitoreo continuo, etc que permiten que la persona con diabetes esté más controlada y no viva en una constante montaña rusa y eso es algo que alienta a cualquiera a cuidarse. 

En mi caso, ya no recuerdo que complicación llegó primero a mi vida y es como si todas hubieran decidido hacer fila e ir "desfilando" una por una en mi pasarela llamada vida (estoy siendo irónica). Pero como no quiero aburrirlos, ese será tema para varios otros posts que vendrán más adelante.

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